Un mágico paseo por la "Venecia del Norte": Brujas

Feliz aquel que, como Ulises, ha hecho un buen viaje.... y luego ha regresado, lleno de propósitos y razones. Sí, ciertamente, pero ¿habría desafiado Ulises una tormenta de 4 grados bajo una lluvia torrencial? Y, sin embargo, este grupo de alumnos del colegio franco-ecuatoriano La Condamine y la Escuela Francesa de Cuenca, sin hacerse demasiadas preguntas, partieron en estas condiciones a la conquista de la "Venecia del Norte": Brujas, en Bélgica.

¿Les hablo de su torre medieval de 83 metros de altura, declarada Patrimonio de la Humanidad, y de los paseos por los canales, principales arterias de la ciudad? ¿O del olor a chocolate que se mezcla con el rocío del mar, tan cerca y tan lejos? Definitivamente una ciudad sacada de un cuento de hadas por la preservación de su arquitectura medieval, el legado cultural de esta ciudad es impresionante.

Los alumnos tuvieron la elección de hacer una visita guiada por esta magnífica ciudad o pasear en autonomía por sus encantadores calles. Los guías flamencos que dirigen esta mañana nuestra mirada en un francés impecable saben que Brujas bien merece una visita.

En efecto, nuestra visita a Brujas no sorprendió con una tempestad y una temperatura de 4 grados, por suerte tenemos un remedio para esto: un buen chocolate caliente, herencia del comercio flamenco con nuestras tierras ecuatoriales, tan cercanas a nuestros corazones y sin embargo tan lejanas en el mapa.

Al final del día, regresamos a Bruselas donde un grupo de alumnos quiso pasar por la ciudad, hacer algunas compras y disfrutar de la vida de cotidiana.