A disfrutar de cada instante en París

Nuestro segundo día en París estuvo lleno de emociones y de lugares que forman parte de los sueños de tantos viajeros alrededor del mundo.

La jornada comenzó con una visita inolvidable al Castillo de Versalles, símbolo absoluto del poder de la monarquía francesa bajo el reinado de Luis XIV, el Rey Sol. Los alumnos recorrieron los magníficos salones del palacio, como la Galería de los Espejos, donde se firmó el Tratado de Versalles, y los apartamentos reales, cargados de historia.

Más allá del palacio, descubrieron también los impresionantes jardines de Versalles, diseñados por André Le Nôtre, donde cada fuente, estatua y parterre cuenta una historia de arte y naturaleza. Un verdadero viaje al esplendor del siglo XVII, bajo un cielo azul que parecía acompañarnos en cada paso.

Después de esta inmersión en la historia, nos dirigimos hacia uno de los momentos más esperados de todo el viaje: la Torre Eiffel. Ese monumento que para muchos de nuestros estudiantes representa la imagen misma de Francia desde su infancia.

Pudieron explorar sus alrededores, subir sus escaleras y disfrutar de vistas espectaculares sobre todo París desde lo alto. Ver la ciudad extenderse bajo sus pies fue una experiencia verdaderamente mágica, llena de sonrisas, fotos y emociones…

Para cerrar el día de manera perfecta, paseamos por las encantadoras calles empedradas de Montmartre, el barrio de los artistas, donde en cada esquina se respira creatividad. Subimos hasta la imponente Basílica del Sacré-Cœur, desde cuya explanada pudimos ver caer la tarde sobre París.

Este viaje toca ya sus últimos días, pero nuestros corazones siguen llenos de entusiasmo. Mañana nos espera nuestra última jornada en París… ¡y prometemos aprovechar hasta el último segundo de esta aventura extraordinaria!