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Explorando Madrid

  • Foto del escritor: Comunication La Condamine
    Comunication La Condamine
  • 16 abr
  • 2 Min. de lectura

Hoy vivimos otro día inolvidable en Madrid, una jornada llena de contrastes entre historia, modernidad, educación y emoción. Nuestra primera parada fue nada menos que el Palacio Real de Madrid, una joya arquitectónica y uno de los símbolos más emblemáticos de España.


Este majestuoso edificio, residencia oficial de los reyes de España, aunque hoy en día se utiliza principalmente para ceremonias de Estado, cuenta con más de 3,400 habitaciones, lo que lo convierte en uno de los palacios más grandes de Europa. Durante nuestra visita, recorrimos sus fastuosos salones, admiramos su colección de relojes, tapices, obras de arte y la espectacular Sala del Trono, con su techo pintado por Tiepolo. También atravesamos patios interiores y largos pasillos que cuentan siglos de historia.

Varios alumnos tuvieron la suerte de presenciar parte del cambio de guardia, un ceremonial que añade aún más solemnidad y encanto a este lugar cargado de tradición.


Después de esta inmersión histórica, cambiamos de ritmo y nos dirigimos a explorar un aspecto diferente de la vida madrileña: su sistema de transporte. Descubrimos el Metro de Madrid, que con sus 12 líneas es una red extensa y eficiente. Varios alumnos notaron similitudes con el Metro de Quito, aunque en Madrid, por supuesto, ¡las conexiones son mucho más amplias!


Gracias al metro, llegamos a la imponente Universidad Complutense de Madrid, una de las más grandes y prestigiosas de Europa. Aunque por ser Semana Santa no había clases, recorrimos parte de su enorme campus universitario, imaginando la vida estudiantil en este espacio lleno de bibliotecas, auditorios y zonas verdes. Fue una excelente oportunidad para hablar del futuro, de los sueños y de lo que significa continuar los estudios en un entorno tan dinámico.


Para cerrar el día, nuestros alumnos se dividieron en dos grupos. Un grupo se dejó llevar por la emoción del deporte, siguiendo el esperado partido entre el Real Madrid y el Arsenal, ¡una experiencia única en la ciudad del club blanco! El otro grupo optó por una experiencia más cultural: una visita nocturna por Madrid, iluminada y tranquila, perfecta para descubrir los detalles patrimoniales que tal vez pasan desapercibidos durante el día.


Ha sido un día completo, rico en aprendizajes y emociones. Ahora es momento de descansar, porque mañana nos espera una última visita especial: el Monasterio de El Escorial.


¡Hasta muy pronto y no se pierdan el próximo capítulo de esta aventura educativa por España!




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